La palabra y los pensamientos son CREADORES. Nacemos con el poder del universo en la punta de nuestra lengua.
Por eso, antes de intentar entrar en un estado meditativo, memoriza
la siguiente oración de modo que las palabras se hagan tuyas.
Cuando estés perfectamente relajado, empieza tu meditación con esta
oración.
Dila despacio, relajado, saboreando y visualizando el significado de cada palabra, para de esta manera entrar en la consciencia de la palabra y permitir que su energía cale en lo más hondo de tu ser.
Mientras dices esta oración, los ojos deben estar cerrados y la vista dirigida hacia el tercer ojo o entrecejo.
ORACIÓN:
PADRE – MADRE – VIDA, tu eres mi vida, mi apoyo constante, mi salud, mi protección, el perfecto cumplimiento de cada necesidad y mi más alta inspiración.
Te pido que me reveles tu verdadera Realidad. Sé que es tu VOLUNTAD que yo esté plenamente iluminado/a para así poder recibir mejor el conocimiento de tu Presencia dentro y alrededor de mí.
Creo y sé que esto es posible. Creo que me proteges y me mantienes dentro del AMOR perfecto.
Sé que mi propósito final es el de EXPRESARTE A TI. Mientras hablo contigo, sé que me recibes perfectamente, pues tú eres la INTELIGENCIA AMOROSA UNIVERSAL que tan maravillosamente ha diseñado este mundo y lo ha hecho visible.
Sé que al pedirTE que me hables, estoy enviando un rayo de luz consciente a tu DIVINA CONSCIENCIA y que al escucharTE, estás penetrando mi consciencia humana y acercándote cada vez más a mi mente y corazón, cada vez más receptivos.
Me encomiendo a tu cuidado y así también mi vida.
"Cada vez que dices y visualizas esta oración, estás CREANDO una forma de CONSCIENCIA ESPIRITUAL que se hará más fuerte y elevada en frecuencias de vibración.
Conforme vayas ahondando en el verdadero significado
de la oración, tu mente y tu corazón irán elevando su percepción de la verdadera realidad: Una vida sin fin en armonía perfecta con el Todo.
Sanah. Aidu.