El sol contiene respuestas. Cierra los ojos y pídele a la energía creativa y regeneradora del sol que te entregue la visión. Siente los rayos del sol sobre tu piel. Habla con el sol, ábrete a recibir su energía y sus códigos sin expectativas. No busques los motivos o la “agenda” de lo que quieres manifestar en el nuevo mundo o de lo que desearías que sucediera en el futuro.
Simplemente, ábrete a recibir esta conexión con el sol. Entrégate a él desde un espacio del corazón, no de la mente. Pide recibir la información que necesitas sin que necesariamente la entiendas. Estás apoyado y sostenido.
Tú eres la manifestación divina del ser en acción; pídele/ordénale sin ningún ápice de duda en ti. Que lo sepan todas tus células!.
El cambio no siempre es sencillo y placentero, pero estás sostenido.
Antes de hablar, actuar u opinar, revisa si lo que vas a compartir está alineado con el corazón. Mantente conectado en todo momento. No bajes tu frecuencia.
Somos la sagrada expresión de la trinidad:
LUZ-SONIDO-FORMA.
FRECUENCIA-VIBRACIÓN-MATERIA.
POSITIVO-NEUTRO-NEGATIVO.
AMOR-VOLUNTAD-SABIDURÍA.
INHALACIÓN-RETENCIÓN-EXHALACIÓN.
ACTIVACIÓN
Recibo los códigos de luz del sol de la más alta frecuencia disponibles para mí.
Los activo.
En mi ADN.
En mis células.
En mis órganos.
En mi cuerpo físico.
En mi campo energético.
Soy libre.
Libre de escoger la realidad que quiero experimentar
Libre de escoger mi relación con el tiempo,
con el espacio
con otros seres humanos
con la madre Tierra
conmigo mismo.
Activo mi poder de creación.
Activo la conexión con mi ser superior.
Que se active la sabiduría de mí Ser Superior y que yo viva desde un espacio de conexión con ella.
Que pueda ver más allá de la ilusión.
Conectado.
Con mi corazón.
Con el cielo.
Con la tierra.
Con la madre.
Con el sol.
Con mi hogar.
Recibo los códigos divinos del sol.